viernes, 17 de febrero de 2012

De relojes y contratiempos


Procedía enchufar “La Leyenda Del Tiempo” para escribir este post. No solo es bajo mi punto de vista uno de los disco mas arriesgados que se han hecho en este país, de uno de los artistas más grandes que ha dado la historia, si no que también esa referencia al tiempo y esa sensación que adivino de un miedo sopesado que debió tener el maestro al premiar el arte y el instinto por encima de cualquier cosa, de alguna manera, salvando las inmensidades, consiguen hacer que me sienta en gran parte muy identificado con este disco.
Pues si, el tiempo como soporte de la evolución o cancha de experiencias, en algunos casos caminando contradictoriamente anómalo y vertical. O el tiempo también como compás de espera, de trazo fino o a la contra.
Y mucho más allá de toda esta cadena de despropósitos, el tiempo como un asunto inevitable.

Mi padre colecciona relojes, pero relojes baratos en su mayoría, su pretensión no es ostentosa. Yo me preguntaba los motivos que le hacen llegar a alguien a tomar la decisión coleccionar relojes. Entre infinidad de impresiones, surgieron algunas que por algún motivo me abrieron la puerta de algún sitio. Advertí la innegable conexión entre la música y el tiempo, y el reloj en este caso como locutor del mismo, viéndose representado en las canciones, y entendí en este caso que estos relojes que colecciona mi padre no solo marcan para él un tiempo constante, si no que también son en si mismos, un almacén de tiempo y experiencias.
Por otra parte, hablamos de relojes de pulsera, que son los que colecciona mi padre, artilugios que por regla general la gente suele llevar encima, cosa que me afianza en mi juicio comparativo personal sobre su relación directa con las canciones, pero en este momento ya me daba igual el formato, me interesaban los relojes como tal y empecé a informarme sobre los distintos tipos, ya habiendo decidido que mi primer disco tomaría el nombre haciendo referencia a esta magnitud física que representan.

Hoy hemos hecho el último ensayo después de varios días de reconstrucción antes de entrar en el estudio el próximo lunes. Hemos intercambiado impresiones y hemos deliberado en voz alta con un respeto y una conexión cuanto menos sugestiva.
Pero no quiero hablar de nada que no sea la ilusión con la que estamos afrontando esta experiencia como un grupo de personas que desean agarrarse a la parte más visceral, emocionante y honesta de este oficio.
Gracias al maestro “Doc” Villegas hemos hecho estas sesiones en un edificio precioso entre árboles, en la sierra madrileña, con el magnate de los colores invisibles: Sefo Barragán, el tipo que ha cambiado o iluminado mi perspectiva del ritmo y probablemente de gran parte de este viaje, el gigante Jorge García y mi amigo y compañero, el representativo maestro Martí. Sin olvidar el respaldo incombustible de Pollo, esta vez en la distancia.
Probablemente y no exagero, hayan salido decenas y decenas de nombres de grupos y canciones estos días…una experiencia inolvidable y enriquecedora para cualquiera que ame esto.
Por otra parte, hoy el rey del corral ha llegado a un acuerdo con guitarras Eastwood, por lo que usaremos algunas para la grabación y yo empezaré a lucir una preciosa semicaja por fin, después de hacer prácticamente todos los bolos de los últimos años con guitarras prestadas…

Y nada, que el lunes entramos, POR FIN! en los estudios Cezanne de Las Rozas para grabar lo que será mi primer disco, con Javier Monteverde como ingeniero de sonido. Trataré de ir contando cosas poco a poco sobre la evolución de la historia.

Vaya chapa amig@s….

Abrazos!!

Jorge

jueves, 1 de diciembre de 2011

La canción definitiva

Van a llamarme. Es probable que lo hagan antes del medio día, que es cuando trabajan muchos de los que no soportaron la espera. Con lo cual no contestaré, porque yo también tengo derecho a marcarme mis tiempos. Me encontrarán reubicándome, echándole un pulso al síndrome de abstinencia en mi cama de 1’20 con somier de 90. Miraré dos veces el teléfono, entre las cuales me frotaré los ojos. Pensaré si devolver la llamada y pincharé el directo en el Victoria Eugenia del maestro de La Isla. Y me encenderé lo que sobró con un mechero ajeno que me habré apropiado en un absurdo alarde de cleptomanía involuntaria. Después de haber meado y lamentado las ojeras frente al espejo, pensaré en todo lo negativo, le haré participe al que pasó a ser gallo de pelea, y me haré otro para fumármelo “durante” si es que al final me decido a devolverla. Pensaré en Copenhague y en los cantos de sirena, en mi viejo y su orquesta de verbena. En la parte irrazonable,  que es la que vale la pena. En algún momento toseré y cambiaré de disco después de auto subestimarme por activa y por pasiva. Y pensaré en los charcos que fingen ser océanos y en mis posibilidades, las que hacen que me cerciore a diario de lo importante de la duda y su doctrina. Recorreré la casa 3 veces y media por minuto y me plantearé el reto de recordar en qué cenicero solté por última vez algo que era mío. Y agarraré el teléfono. Y llamaré y colgaré antes del primer tono, un par de veces al menos. Y dejaré pasar un rato. Y me lo volveré a pensar. Y después de escribir mentalmente un guión ficticio consciente de que no servirá para nada, quizás acabe llamándoles. Es probable.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Tú no.

Exigen competencia, cuestionan la cadencia y no cuantifican la inocencia, solo premian la presencia y la incoherencia. Tú no.

Redundan para argumentarse, inundan para intercalarse, y al interpretarse, se quedan sin palabras. Tú no.

Cuando pregunto esquivan y hacen la certeza relativa. Si me disculpo se altivan, pero no saben guardar medida. Tú no.

Encuentran su lugar en otro lado, mostrándose distantes al pecado y acaban arrastrándose a lo invertebrado. Tú no.

Siguen la ruta, aguantan si se precia una disputa y cuando menos procede, adrede, la estrategia más astuta comete una falta leve. Tú no.

Mienten más que hablan cuando en lugar de mentir se sinceran. Tú no.

De lejos vigilan, premeditan y aniquilan, mientras a mi las ganas se me adormilan y se me acaban las pilas. Tú no.

Porque las sobras son parte del plato, y aunque te salga este trámite barato, de aquí a un rato no habrá quien aguante un par de hielos sin acariciar el suelo, sin imaginar tu pelo, sin menospreciar un trato.


Hay juicios, hay vicios y hay quien me saca de quicio. Tú no.
Hay telones, funciones e interpretaciones. Hay actrices que se saltan los guiones. Tú no.
Hay  satírica que peca de ser constante, retórica ilusionante y siempre un “nada es bastante”.

He utilizado tu nombre en vano santificando mis fiestas,
pero no rocé otra mano con lo que eso cuesta.

Ninguna me ha tumbado entero, ni ha incentivado firmarle al clero.
Ninguna ha conseguido saber lo que quiero.

Tú tampoco.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Con el tiempo


Me gusta ver los trozos de carreteras antiguas cuando circulo por nuevos trazados asfaltados en los tramos de montaña.
Hace unos días, viajando de retirada por Los Picos de Europa y parte del norte con mi compadre Pollo, una en concreto me llamó la atención por encima de las demás y era la carretera que desaparecía adentrándose en río Esla, que debía conducir al antiguo pueblo de Riaño, enterrado por el embalse. Uno, que tiende imaginar con frecuencia, visualiza una representación física en aquella imagen que escenificaba una gran parte de las últimas sensaciones vividas. Sonaba -Who Can See It- de George Harrison.
Lo más interesante y atractivo del viaje era la ausencia de cualquier tipo de planificación, a excepción de alguna noción sobre el destino. Dijimos: “nos vamos al norte”. Y eso hicimos.
Pero este viaje no va a tener crónica, que al masculino acaba resultando crónico, como el recuerdo de estos días de compartir mierdas, experiencias, reflexiones y el –Misterioso Asesinato en Manhattan- de Woody Allen, en el mismo cuarto, a oscuras, pero respetándonos como dos maricones reprimidos que somos jaja. Estábamos convencidos que lo pensaban en todos los hostales en los que estuvimos. Yo creo que la señora de la pensión “La Argentina” en Gijón, a la que yo esperaba con un atractivo acento de Avellaneda y no debía  haber nacido mas allá de Cangas, estaba convencida de ello. Tenía una expresión muy “Hitchcock”.
Pero ya digo que hoy no voy a hacer crónica del viaje. Hoy solo escribía para compartir parte de algo que me he encontrado haciendo zapping hace un rato. Es parte de una reflexión que ha leído Jesús Quintero en su programa –El Loco Soy Yo-. Era preciosa entera, pero solo he encontrado este pequeño fragmento en internet. Me parecía apropiado. Ahí lo dejo.

“Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te darás cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo uno aprende...”

jueves, 13 de octubre de 2011

De Oro y Marfil


¿Cuanto de lejos están los límites que te marcas?
 La distancia es relativa hasta cuando mides con criterio. No se cuanto está de lejos, ni el qué, ni el por qué, ni el “de qué manera”…sé que a veces premedito, establezco o estipulo, pero me arrepiento al rato.
Madurar no maduraré nunca, aunque por muy “jipi” que uno se flipe sintiéndose esto suene a serenata de dos acordes. Es divertido auto-vacilarse y auto-convencerse, y es recreativo automatizarse, pero colega, a mi no me acaba llenando.
Vivo gracias a algunas cosas que para otros son un problema para seguir viviendo. Como más mierda que los mares de trigo de la moraña y bebo alegrías como las que cantaba Camarón, aunque suene fácil, que lo es, pero juégatela tú.
Echar de menos y echar de más. Y preguntarse cómo se asimila lo que hay entre medias.
Se pacta el viaje y se aborda el barco. De polizón también es divertido, pero estamos en el siglo XXI, los maletillas murieron antes que franco y los limpiabotas ahora curran de vende motos en ferias ambulantes.
La postura impacta. La textura intacta de la sensación de cosecha, la reserva de lo que araña por dentro, la emoción que hace que cobre sentido, aunque sentido siga sin tener nómina, sin tener donde caerse muerto.
El viaje a ninguna parte, el tiempo que dura en femenino y es duro en mi género. Hacer de la obsesión un trámite, fingiendo que mientes cuando tratas de decir la verdad. Vivir otras vidas, catalogar como cruel un sentimiento, impresionar a un jeque con dinero…decir estupideces que suenan rimbombantes, tirar de onomatopeyas si no tienes huevos a decir palabras…love suena de puta madre, pero ten cojones a decir amor. El funky  mola. El Rock&Roll mola. El Soul mola. Pero el flamenco también. Y el bolero también. Y la ranchera también. Y el tango también…y tu chica respirando mientras la escuchas dormir, porque suena…
La fatiga del cantaor, el decreto de Machado proclamando el manifiesto del canto a lo que se pierde. El saltarse las normas, duvales o escritas, a derechas, a izquierdas o a  “Rosas Diez’s”…(que me he encontrado un tipo esta noche que decía ser concejal de no se que de economía por UPyD…con un pedo de Guinnes y con cara de haber envidiado a Amy de fiesta en más de una ocasión. Yo creo que era un gran tipo, pero él no lo sabía).
Esta semana he vivido algunas cosas mágicas. Hablaba con Jesús Redondo sobre las canciones que hizo con Enrique…sobre lo que ha compuesto después y ha sentido que solo él podría haberlo completado…y flipas. Me contaba emocionado lo que había sentido horas atrás en una entrevista por la radio cuando les saludó Miguel Rios en directo….y como vivió un Rock&Rios allá por el 80 como público, todo esto fumando sin compartir, minutos antes de que salieramos a telonearles en el bolo de Ávila.
Esto es lo que premia. El placer de saborear el viaje y escribirlo colocado y pernoctando. Y ser consciente de ello. Y no dejarse manipular, ni mal-impulsar. Y no menospreciar la causa ni el objetivo, si lo hubiera o hubiese.
Gallardón parece un Fraggle, que se me acaba de venir a la cabeza.
Lo posteo por si mañana me arrepiento, con sus faltas y sus compresas.
Arsa!

martes, 26 de julio de 2011

Por fin, podemos hablar de "EL DISCO"!

Hoy si me apetece contar como va creciendo el proyecto del disquito, pero centrándolo fundamentalmente en la parte que más me importa, que es la musical. El resto, para cuando sea momento de hablar de algo que no sea música.
Yo no sé lo que será para el resto de gente que se dedica a esto, currar en su primer disco. Para mi está siendo toda una experiencia reveladora, de esas que le hacen a uno cerciorarse de no haberse equivocado al tomar la decisión ( aunque en realidad nunca ha existido ese momento) de haber echado el resto en esta paranoia.
Estos días hemos estado trabajando en las estructuras de los temas, con Toni, Keko, Basi, y la inestimable ayuda del asistente más polifacético de la historia,  el superhéroe  David Pollo, advirtiendo los distintos enfoques que tienen, en esas primeras impresiones grabadas antes de montar el set con toda la banda. Va a ser un disco de CANCIONES, aunque eso para los que me conocéis tampoco es ninguna sorpresa. Hago canciones porque es lo que me gusta escuchar. El palo es lo de menos. Lo más bonito e interesante es la cantidad de colores que están surgiendo en una lista de canciones que en una primera impresión, difieren bastante entre si, pero que acaban queriendo comunicar lo mismo. Supongo que todo gira muy entorno  al jazz, al blues, al rock, en un entorno experimental, y a su vez, paradójicamente clásico. Pero hay una cantidad infinita de influencias, y eso es algo que me preocupaba bastante que respetáramos huyendo un poco de conceptualizar el asunto, ya que creo que es un error censurar la creatividad en favor de etiquetar algo. Aunque todo se volverá a colorear cuando empecemos a currar con la banda entera. No tenemos a nadie que nos condicione, tenemos la posibilidad de hacer el disco que nos apetece, como nos apetece y con quien nos apetece. Por ello me siento un privilegiado.
Valoro muy por encima de todo la conexión que existe entre todo el equipo. Es algo maravilloso.
Esta tarde, en la última sesión hablábamos de un tema que a mi no me encajaba mucho dentro de la movida, pero que de algún modo, tampoco me parecía oportuno dejarlo fuera: De repente, tras proponerles llevárnoslo a un terreno más swing, más Brian Setzer, el tema ha reventado con un pianito del maestro Martí y una base Rockabilly de mi tío Jurado y de repente se ha colocado como uno de los fundamentales de la lista. Solo hemos mirado la entrada del tema y nos lo hemos grabado improvisando y sintiéndolo todos, los 5 que estábamos.. Ha sido una experiencia mágica. El tema es una idea que tenía y que terminé junto a mi colega Pachi “Alis”, grabando unas cositas hace ya casi 3 años. No voy a decir el nombre del tema,  que la incertidumbre también mola. El caso es que éste pide una sección “GlennMilleriana” de vientos, y por lo que pinta, no será el único. Soy un loco de las secciones de vientos. El Toni se ríe del tema, “los aires” me dice, pero estoy convencido que el cabrón en el fondo lo ve igual de claro que yo.
La próxima semana la pasaremos encerrados in Keking Flash House, o lo que debe ser lo mismo, “DeGarito 109”, y montaremos un set acústico ya con el resto de la banda: Billy y Sefo, para empezar a grabar sesiones tocando todos en directo. También se empezará a rodar el Making Of…joder, como mola decir esto! jaja.
Y por lo demás nada, yo sigo tratando de terminar canciones, tragándome una cantidad importante de conciertos, algunos muy buenos, otros muy “no buenos”, y buscándole un poco el equilibrio a todas las emociones que van surgiendo en torno a todos los puntos importantes.
“Vetusteando” con “Los días raros” de “Amy”, finiquito chusta y os mando un fuerte abrazo por querer compartir esto conmigo.

martes, 12 de julio de 2011

The Rescue Blues

Son demasiados los consejos y las advertencias de gente que cree saber la teoría vital. Demasiadas toallas atadas a la mano a la desesperada. Son demasiados los bajones, los subidones y la longitud de recorrido de la autoestima, de positivo a negativo. Son demasiadas las decisiones, los aciertos y los errores, la escuela sin diplomas físicos pero con gratificaciones selladas a fuego en el pecho. Supongo que algo parecido a eso es el rock&roll.
Pienso en las rutas migratorias que nos hacen partir mediante sensaciones, en el saco roto de canciones que está pidiendo a gritos un becario. Hoy he tocado una Gretsch del 69. Como dice Páez “las cosas siempre suceden, las más hermosas son sin querer…”. Tengo la sensación de estar viviendo algo grande, algo que no es más que el punto de partida de otro algo aun más grande. Tratando la grandeza como un asunto desorbitadamente relativo.
Podría hacer un post inmenso hablando de los motivos que han provocado el parón del blog, o explicando más concretamente todo en lo que estamos metidos en este momento, pero hoy no es el día. Hoy estoy contento porque he vuelto a sonreir de verdad y me parecía oportuno plasmarlo, pero en vez de tirar de canción ya que me duelen los dedos de tanta y maravillosa Martin&Co, he preferido postearlo, porque así se hacen las cosas en mi familia, y así me enseñaron a que las hiciera yo.

Jorge.