jueves, 13 de octubre de 2011

De Oro y Marfil


¿Cuanto de lejos están los límites que te marcas?
 La distancia es relativa hasta cuando mides con criterio. No se cuanto está de lejos, ni el qué, ni el por qué, ni el “de qué manera”…sé que a veces premedito, establezco o estipulo, pero me arrepiento al rato.
Madurar no maduraré nunca, aunque por muy “jipi” que uno se flipe sintiéndose esto suene a serenata de dos acordes. Es divertido auto-vacilarse y auto-convencerse, y es recreativo automatizarse, pero colega, a mi no me acaba llenando.
Vivo gracias a algunas cosas que para otros son un problema para seguir viviendo. Como más mierda que los mares de trigo de la moraña y bebo alegrías como las que cantaba Camarón, aunque suene fácil, que lo es, pero juégatela tú.
Echar de menos y echar de más. Y preguntarse cómo se asimila lo que hay entre medias.
Se pacta el viaje y se aborda el barco. De polizón también es divertido, pero estamos en el siglo XXI, los maletillas murieron antes que franco y los limpiabotas ahora curran de vende motos en ferias ambulantes.
La postura impacta. La textura intacta de la sensación de cosecha, la reserva de lo que araña por dentro, la emoción que hace que cobre sentido, aunque sentido siga sin tener nómina, sin tener donde caerse muerto.
El viaje a ninguna parte, el tiempo que dura en femenino y es duro en mi género. Hacer de la obsesión un trámite, fingiendo que mientes cuando tratas de decir la verdad. Vivir otras vidas, catalogar como cruel un sentimiento, impresionar a un jeque con dinero…decir estupideces que suenan rimbombantes, tirar de onomatopeyas si no tienes huevos a decir palabras…love suena de puta madre, pero ten cojones a decir amor. El funky  mola. El Rock&Roll mola. El Soul mola. Pero el flamenco también. Y el bolero también. Y la ranchera también. Y el tango también…y tu chica respirando mientras la escuchas dormir, porque suena…
La fatiga del cantaor, el decreto de Machado proclamando el manifiesto del canto a lo que se pierde. El saltarse las normas, duvales o escritas, a derechas, a izquierdas o a  “Rosas Diez’s”…(que me he encontrado un tipo esta noche que decía ser concejal de no se que de economía por UPyD…con un pedo de Guinnes y con cara de haber envidiado a Amy de fiesta en más de una ocasión. Yo creo que era un gran tipo, pero él no lo sabía).
Esta semana he vivido algunas cosas mágicas. Hablaba con Jesús Redondo sobre las canciones que hizo con Enrique…sobre lo que ha compuesto después y ha sentido que solo él podría haberlo completado…y flipas. Me contaba emocionado lo que había sentido horas atrás en una entrevista por la radio cuando les saludó Miguel Rios en directo….y como vivió un Rock&Rios allá por el 80 como público, todo esto fumando sin compartir, minutos antes de que salieramos a telonearles en el bolo de Ávila.
Esto es lo que premia. El placer de saborear el viaje y escribirlo colocado y pernoctando. Y ser consciente de ello. Y no dejarse manipular, ni mal-impulsar. Y no menospreciar la causa ni el objetivo, si lo hubiera o hubiese.
Gallardón parece un Fraggle, que se me acaba de venir a la cabeza.
Lo posteo por si mañana me arrepiento, con sus faltas y sus compresas.
Arsa!